La educación superior transita por una serie de cambios que serán determinantes para su relevancia en los próximos años, aseguró Rafael Luis Bras, profesor del Instituto de Tecnología de Georgia, durante la conferencia magistral: Innovación deliberada, educación para toda la vida: El futuro de la enseñanza superior.
“En los 47 años que llevó en la academia, nunca ha habido un momento de tanto cambio, mi predicción es que aquellas instituciones que se ajusten al cambio y sean lo suficientes ágiles, van a sobrevivir, el resto van a tener muchas dificultades como lo estamos viendo en Estados Unidos”, comentó.
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En ese sentido, el académico enumeró una serie de factores que definirán su vigencia y ayudará a sobreponerse a la realidad, entre ellos:
El cambio demográfico, una amenaza latente para las universidades
Rafael Luis Bras señaló que la matrícula de estudiantes universitarios va a la baja, sin embargo, se registra un crecimiento de una población de edad mayor a la de los universitarios promedio que están hambrientos de educación.
“La mejor solución que existe para el cambio demográfico es entender que quieren los nuevos estudiantes, establecer iniciativas para ir a donde están y ofrecerles lo que ellos quieren”, destacó.
El profesor de ingeniería hidráulica en la Escuela de Ingeniería Civil y Ambiental de Georgia Tech, señaló que, durante su gestión como rector Instituto de Tecnología de Georgia, detectó que sólo el 5% por ciento de la colección de la biblioteca era utilizado anualmente por los estudiantes, sin embargo, eran tres edificios que se destinaban para ese uso, en su lugar, diseñaron un proyecto que beneficio a la comunidad.
Advierten de crisis en la educación superior; jóvenes dejan universidades
“Concebimos un concepto que le llamamos “Library Next”, la nueva biblioteca, después de 130 millones de dólares de inversión, es un sitio donde los estudiantes se reúnen en grupos, socializan y sostienen conversaciones abiertamente, el proyecto fue un éxito rotundo”, subrayó.
Superar la crisis de credibilidad que enfrentan las universidades
El profesor originario de Puerto Rico que estudió en el Instituto de Tecnología de Massachusetts expresó que es preocupante la pérdida de credibilidad de las universidades, tanto científicos, como intelectuales y profesores debe asumir una actitud de servicio hacía la población en general.
“Es un cambio de cultura, eliminar la arrogancia que muchas de las universidades tienen cuando le hablan al público, pensando que el público que no es posible entenderlos, es un gran problema de las universidades”, dijo.
Ajustarse a los nuevos cambios de la empleabilidad
Asimismo, el académico expuso que la generación actual no está interesada en trabajar en las grandes empresas ni pasar el resto de su vida en ellas, la tendencia es que ellos creen sus propias empresas.
“Ellos quieren la aventura, adrenalina, la vida de crear de empresas propias y ser sus propios jefes, hay que ajustarse a ello”.
Urgió a las universidades a ajustarse a esta nueva realidad “Una forma de hacerlo, es enseñarles a los estudiantes sobre el emprendimiento, ayudar a los estudiantes a crear sus propias empresas antes de que egresen de sus carreras”, explicó.
En el caso del Instituto de Tecnología de Georgia, destacó que el programa Create-X está conformado por tres pilares: la enseñanza, la creación de prototipos y el lanzamiento del emprendimiento, con esta iniciativa se pretende alcanzar la creación de 300 compañías anualmente.
“Hoy en día, estamos generando 100 empresas anuales con una inversión que está alcanzando los mil millones de dólares en esas compañías”, expuso.
Resolver el gran costo de estudiar
También, mencionó que la asequibilidad de la educación se ha convertido en un gran problema que las universidades tienen que resolver.
En ese sentido, dijo que el costo promedio de estudiar en una universidad privada en Estados Unidos se estima en 33 mil dólares, ahora si se matricula en una institución como Harvard, Princeton o Stanford alcanza hasta los 60 mil dólares, mientras que en una institución pública oscila entre los 10 mil dólares, un gasto que lo hace más difícil para los estudiantes.
“Este problema no es únicamente de los Estados Unidos, sino que ya tiene un alcance global”, destacó Luis Bras.
La respuesta, señaló Luis Bras, fue utilizar la tecnología para crear un producto más accesible. En este caso, la institución creó una iniciativa llamada Online Master of Science (OMS) en la que diseñó tres programas de estudio en Ciencias de la Computación, Analítica y Ciberseguridad a bajo costo.
Comentó que el programa ha tenido un éxito rotundo, por su accesibilidad y calidad, sin embargo, trasladarlo a la plataforma online permitió que al menos se graduaron 10 mil estudiantes y actualmente se cuenta con una matrícula de 20 mil jóvenes.
Jugar un papel activo en su comunidad
Para el catedrático, las universidades actuales dejaron de ser lo que eran hace algunos años atrás: enseñar, realizar investigación, proveer servicios y sobre todo tener relevancia social y económica.
Destacó que los esfuerzos de las universidades deben centrarse en la industria, innovación y la infraestructura, mismos que les ayudará a interactuar y traer beneficios a su comunidad.
Un ejemplo fue la construcción del desarrollo de Tech Square, una iniciativa que diseñó el Instituto de Tecnología de Georgia, en conjunto con el sector público y privado en Atlanta.
“En esta iniciativa, las compañías establecieron sus centros de innovación, que dieron paso al desarrollo económico de Atlanta”, dijo.
Ser vigentes ante la creación acelerada de conocimientos
Hoy en día, la velocidad con la que creamos conocimientos se duplica en cuestión de días y horas, señaló el líder educativo “es impresionante, nadie puede competir con esto ¿Cómo ajustarse a esta realidad?”, cuestionó.
Finalmente, destacó que las universidades deben crear una cultura de innovación ágil para superar estas adversidades.
“Tiene que ser premeditada, con deliberación y eso requiere que nuestras instituciones se reorganicen de una forma de poder convertirse en una cultura de innovación”, concluyó.