Los cambios en los modelos educativos son innegables. Poco a poco nos acercamos a una etapa de la humanidad en la cual modificamos nuestras viejas reglas de interacción social, esparcimiento y educación.
Si bien los estudiantes de miles de instituciones y colegios se han visto afectados por el cambio en los modelos tradicionales de educación y por su migración a entornos basados en habilidades digitales, los cuerpos docentes y líderes educativos también se deben adaptar. Por lo tanto, necesitan adquirir competencias y habilidades para poder transitar en la nueva realidad de los programas y planes educativos.
Esta transición no ha sido sencilla para los involucrados en el proceso de enseñanza; es un proceso tanto para docentes como para alumnos. Al respecto, Sergio Agudo, director general para Latinoamérica en Udemy, una plataforma de aprendizaje en línea, opina que esta es una situación paulatina donde todos “estamos aprendiendo en conjunto”.
“Es natural que hayan barreras y dificultades porque así es el proceso de aprendizaje. Yo diría que es un proceso y, como en cualquier otro aprendizaje, no hay que tener miedo. Es algo que es difícil, no solamente para el docente sino para los alumnos y también para quienes están a su alrededor. Es importante entender que ahora la clase es en aula y la casa. Si el docente entiende que hay una dificultad mayor porque es un ambiente más complejo, yo creo que ahí se empieza a desarrollar las habilidades necesarias para que esto funcione”, expresó el directivo.
El cambio de lo tradicional a lo digital
Desde hacía tiempo se habían comenzado a ver tendencias de educación digital. Sin embargo, la pandemia las aceleró. Los salones de clase eran un ambiente de aprendizaje controlado; por eso, ahora que el profesorado debe enseñar en ambientes que no lo son, debe adquirir una serie de habilidades para adaptarse a este nuevo concepto educativo.
“Actualmente, los docentes no tienen una clase con la atención de todos los estudiantes. Ahora, los alumnos tienen muchas distracciones. Como es un nuevo escenario al que todos debemos acostumbrarnos, estas habilidades son el diferencial para que un buen profesor haga lo que hacía bien antes en un ambiente controlado y que ahora debe hacerlo virtualmente”, comentó Agudo.
Anteriormente, los estudiantes iban a los recintos académicos para estudiar. En la actualidad, el profesorado e instituciones deben acercar el conocimiento a los alumnos, de cualquier nivel, hasta donde se encuentren. Por lo tanto, se deben encontrar estrategias, maneras y situaciones donde los alumnos puedan “aprovechar mejor los contenidos”.
Asimismo, se deben buscar las maneras, con el uso de tecnología y canales digitales, para poder evaluar el aprendizaje. Y también para que la gente vea que “del otro lado, hay un profesor que está haciendo de todo para llevar la enseñanza a otro nivel y que también tiene dudas de cómo usar estos nuevos sistemas”.
Una de las ventajas que trae consigo la educación digital es que involucra más a los estudiantes. En palabras de Agudo, anteriormente se veía al docente como la fuente de todo aprendizaje. Sin embargo, la educación online ha puesto en evidencia que la información está disponible en diferentes canales y medios. Por lo tanto, el papel del profesor ha evolucionado para “hacer la provocación de lo que es el aprendizaje y dejar que la gente circule en las distintas fuentes que están fuera del ambiente de la educación tradicional”, a fin de que los estudiantes puedan generar sus propias ideas y criterios.
En contexto
Según Udemy, algunos de los conocimientos necesarios en la actualidad son:
Storytelling atractivo. Este servirá para captar y mantener la atención de los estudiantes. El aspecto “narrativo” de cómo dar las clases es importante pues puede haber distracciones donde los estudiantes se conectan, además del cansancio que puede causar mirar una pantalla durante un prolongado periodo de tiempo.
Transformar el contenido. Convertir el contenido transmitido en las aulas a videos cortos o elementos audiovisuales que mantengan la esencia de las enseñanzas al tiempo de que las vuelva más fáciles de comprender. Si bien esto no sustituirá la importancia de leer y escribir, podría ser la manera idónea de acercarse a generaciones más jóvenes.
Soporte técnico. Si bien el profesorado no debe convertirse en un equipo de expertos en sistemas, conocer los problemas más comunes a los que se pueden enfrentar les permitirá ahorrar tiempo y evitar distracciones durante sus lecciones.
Curación de contenido online. Servirá para recomendar otras fuentes de información que pudieran complementar lo aprendido en clase. Además de que podrían servir para tener diferentes puntos de vista sobre cierto tema. Es importante, también, para garantizar la veracidad de los datos e idoneidad de enfoque.
Gestión de grupos virtuales. Con el soporte de plataformas de videoconferencias, diseñar dinámicas para la integración social, el aprendizaje y la puesta en práctica de métodos lúdicos (para niveles básicos). Esto servirá para contrarrestar la falta de interacción física entre alumnos y maestros.
Crear métodos de evaluación. Diseñar metodologías de evaluación a través de plataformas en línea con tiempo determinado y filtros de seguridad para evitar el “copy- paste” o el compartir respuestas entre alumnos.
Seguimiento del aprovechamiento escolar. Con ayuda de herramientas de gestión de proyectos, los docentes podrían monitorear el cumplimiento de tareas y medición de avances del estudiantado.