Sin duda, la Facultad de Arquitectura (FA) de la UNAM es conocida en la comunidad universitaria por su célebre cafetería. Sin embargo, entre sus salones y edificios, también se ubica el mural conocido como Tepito Arte Acá, uno de los regalos del barrio de Tepito para la Máxima Casa de Estudios. Si estudias ahí, seguramente lo has visto, pero, ¿conoces la historia que hay detrás de su elaboración? Te contamos los detalles.
De acuerdo con Gaceta UNAM, el mural que el barrio de Tepito obsequió a la UNAM, no tiene título. Sin embargo, la pieza ubicada en las paredes del Taller Max Cetto de la FA, lleva el nombre del colectivo Tepito Arte Acá, el cual ofreció el regalo a la universidad.
Expresión artística en tiempos de crisis para Tepito
Según el medio universitario, la comunidad de la UNAM tiene la posibilidad de observar en el mural a un conjunto de mujeres y hombres situados en trazos geométricos que se complementan por tonos rojizos y ocres.
Parte del colectivo Tepito Arte Acá, encargado de hacer realidad este mural, estaba integrado por Alfonso Hernández, promotor y representante ante autoridades del gobierno. También participó el fotógrafo y artista audiovisual, Carlos Plascencia, así como el pintor Daniel Manrique, quien se encargó del diseño y producción de la pieza.
Al respecto, el docente de la Facultad de Arquitectura, Alejandro Suárez, señala que el mural se elaboró a base de pintura acrílica y de aceite. Asimismo, la obra artística fue financiada por el consejo del barrio de Tepito, apunta.
En entrevista para Gaceta UNAM, Suárez mencionó que “aquí tenemos el trabajo que realiza Tepito Arte Acá, directamente con el trabajo del pintor Daniel Manrique, que elabora este mural en el que plantea que el barrio de Tepito reconoce al taller 5 por su trabajo. Esto se inaugura en noviembre de 1980”, informa Alejandro Suárez.
En relación con el trabajo del pintor Daniel Manrique, el docente expresó que “lo hizo bastante rápido, no recuerdo cuánto tiempo le tomó, pero él mismo con alguna ayuda montaba su escalera y desarrollaba la pintura casi sin hacer correcciones. Fueron unas cuantas semanas, no recuerdo si dos o tres, pero fue bastante rápido”.
“Hizo una alegoría del trabajo del barrio, de la voluntad de hacerlo resurgir, no sólo reconstruir, sino resurgir. Expresaba a través de sus personajes el papel que tuvieron los arquitectos, planteaba esta lucha del barrio y el trabajo y el reconocimiento que tenía hacia los técnicos, en este caso, los arquitectos”, agregó el docente.
Antes de la llegada del mural a CU
El profesor de la FA refirió que el trabajo en conjunto entre el Taller 5 y el barrio de Tepito, fue el resultado de las acciones que se llevaron a cabo con la comunidad de Los Ángeles, en la colonia Guerrero a finales de la década de los 70.
Alejandro Suárez destacó que “ahí (en el barrio de Tepito) se estaba desarrollando una propuesta de recuperación de vivienda en las antiguas vecindades o de vivienda nueva. A partir de un estudio que se hizo en una organización de apoyo técnico externa a la Universidad, el Centro Operacional de Vivienda y Poblamiento, surgió este proyecto que se realizaba con Infonavit”.
“Era una labor muy amplia en todo este barrio, se acudió al Taller 5 para este trabajo de planeación participativa. Se trataba de crear un plan de acuerdo con la Ley General de Asentamientos Humanos de la Ciudad de México de ese tiempo, estoy hablando de 1976”, recordó el profesor.
Luego de esta trayectoria, un grupo conformado por pobladores y comerciantes, se dirigió al Taller 5 de la FA para mostrar una contrapropuesta dirigida al plan que proponía el Gobierno del Distrito Federal. Este consistía en “demoler muchísimas vecindades: crear un enorme centro comercial, una zona administrativa del Gobierno de la Ciudad y, supuestamente, darle respuesta a los habitantes, aunque no se decía dónde”.
Así lo refirió Alejandro Suárez, quien también agregó que “era más que combatir una propuesta oficial en los mismos términos técnicos y de desarrollo que se requería para mostrar otra forma de enfrentar esa problemática, sin tener que destruir el barrio ni desplazar a la población. Ahí surgió esta propuesta y movilizó un buen número de grupos de alumnos para que se pudiera hacer un diagnóstico participativo con la población de qué era lo que requería el barrio para lograr una transformación”, dijo Suárez.
¿Ya conocías el mural que el barrio de Tepito obsequió a la FA? Ahora que lo sabes, cada que te dirijas a tu salón de clases y pases por las paredes donde está plasmado el mural, verás de otra manera esta pieza de Daniel Manrique.
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