Entre aplausos, pastel y mariachis, la escritora Elena Poniatowska fue homenajeada por la comunidad de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), por su trayectoria en la literatura y el periodismo en el marco de sus 90 años de vida.
Reunidos en el auditorio Arquitecto Pedro Ramírez Vázquez de la Rectoría General de la UAM, la reconocida escritora estuvo acompañada por su hijo Emmanuel Haro Poniatowska, la cineasta María del Carmen de Lara, el caricaturista Rafael Barajas «El Fisgón» y José Antonio De los Reyes Heredia, rector general de la UAM.
Durante la ceremonia, la admirada escritora mexicana galardonada por el Premio Cervantes a manos del rey Juan Carlos de España, relató cada uno de sus recuerdos y anécdotas vividas a lo largo de su trayectoria como escritora y periodista.
“Desde niña fui muy preguntona”
De esta manera, la escritora se describe a sí misma, al recordar la forma en que aprendió a hablar español, luego de que a los diez años de edad, llegó a nuestro país.
”Mi conocimiento en México fue a través de las palabras y a través de los vendedores ambulantes y de la gente que me llamaba tanto la atención, porque nunca los vi en París y nunca los vi en ningún otro lado, más que este país, que para mí era llegar al centro del Sol. Fue un deslumbramiento”, dijo Poniatowska.
Entrevistada, ahora por la cineasta María del Carmen de Lara, “Elenita”, como le llamaba Carlos Monsiváis, la escritora habló de sus inicios en el periodismo y cómo fue desarrollando su pasión por el arte de preguntar y construir atmósferas a través de sus historias.
“Realmente todo mi material de trabajo, o todo lo que he escrito, es una inmensa respuesta a mis preguntas, porque desde niña hago preguntas, las que Dios o el diablo me sugieran”, expresó la escritora
La periodista Elena Poniatowska dijo que México ha sido un país muy generoso con ella, porque le permitió crecer y consolidarse en su carrera periodística y literaria.
“Nunca nada es una decisión tomada, un poco las cosas te suceden y cuando eres periodista, con más razón. Me inicié en Excélsior haciendo entrevistas, porque veía las entrevistas que realizaba Ana Cecilia Treviño, quien era la mujer de Alberto Gironeira, un gran pintor de su época”, relató.
Su admiración por Rosario Ibarra de Piedra
También, recordó los inicios de su amistad con la activista Rosario Ibarra de Piedra a quien le reconoció su admiración por su incansable lucha por las causas sociales en nuestro país.
“La seguí en su viacrucis, en su camino, un camino de mucho dolor, la admiré; me parece que le deberíamos de poner una estatua en Paseo de la Reforma… Sí hay una madre en México, es doña Rosario Ibarra de Piedra”, señaló.
Una de sus obras que ha cobrado mayor relevancia en el México contemporáneo ha sido sus memorias sobre lo sucedido en aquella tarde del 2 de octubre “La noche de Tlatelolco”, una memoria nacional sobre el movimiento estudiantil de 1968.
Otro de los temas que también resaltó fue su cercanía con las mujeres a lo largo de su vida, como es el caso de Alaide Foppa, feminista, poeta y escritora que fue desaparecida en Guatemala al inicio de los años 80 del siglo pasado.
“Ella era una mujer muy joven con una cara muy bella, era una feminista. Fue una tragedia en nuestras vidas porque tenía una capacidad de entrega inmensa y de repente se fue a Guatemala y no regresó; fue un destanteo, una sorpresa”, recordó.
Por su parte, su hijo Emanuel Haro Poniatowska, investigador de la Unidad Iztapalapa de la UAM dijo que su mamá ha sido un ejemplo de vida profesional y que siempre estará eternamente agradecido porque le enseñó a ver el mundo de distinta manera.
En su mensaje de bienvenida, José Antonio De los Reyes Heredia, rector general de la UAM, señaló que este homenaje a Elena Poniatowska obedece a cada una de sus contribuciones fundamentales a la labor de pensar y transformar a México.
“Tenemos, como comunidad universitaria, que reiterarle nuestro aprecio y reconocer la importancia de sus ideas y la influencia que las mismas han tenido en nuestra sociedad”, mencionó.
Cabe recordar que hace 22 años, la Universidad Autónoma Metropolitana le otorgó el Doctorado Honoris Causa a Elena Poniatowska, en reconocimiento a su misión y tareas cercanas a la institución académica.
Finalmente, para el caricaturista “El Fisgón”, el periodismo fue uno antes y otro después de Poniatowska. “Detrás de este personaje ingenuo que ha construido, hay una inteligencia absolutamente extraordinaria y una valentía increíble”. Dijo que además de la estatua de Rosario Ibarra que Elena propone, debería también colocarse una de Poniatowska.