En la actualidad las universidades tiene un enorme reto como parte de la innovación educativa a nivel superior, ya no es suficiente ofrecer conocimientos técnicos y funcionales en sus respectivas carreras, hoy en día es una necesidad fomentar el desarrollo y fortalecimiento de las habilidades “blandas” o soft skills para que los estudiantes sean competitivos en el campo laboral.
“No podemos quedarnos con un aprendizaje basado en conocimientos en la parte cognitiva sino que hay que desarrollar otro tipo de habilidades llamadas fundamentales o habilidades del siglo XXI, entre las que se encuentran las emocionales y las sociales que son indispensables para poderse adaptar a los diferentes procesos de la vida”, dijo Jorge Luis Iñiguez, director de Innovación y Estrategia de Producto de Pearson Latam.
El especialista agregó que ante todos los cambios que sufre la educación superior tras la pandemia, existe una tendencia hacia la educación integral que impulsa el desarrollo de habilidades en los estudiantes, las soft skills están cambiando la forma en que los profesionales se preparan para incrementar su empleabilidad.
De acuerdo con el reporte Future of Jobs Report 2020, las habilidades con mayor demanda en el campo laboral de la siguiente década serán las siguientes: liderazgo e influencia, pensamiento crítico, innovación, aprendizaje activo, resolución de problemas complejos, creatividad, iniciativa, conciencia social, toma de decisiones, gestión de proyectos, visión proyectiva, autoformación, resiliencia y flexibilidad.
Cabe destacar que en la llamada industria 4.0, las competencias blandas cobran cada día más importancia como uno de los factores decisivos en la contratación, el éxito y la permanencia del colaborador ya que al desarrollar estas habilidades permiten a los egresados regular sus emociones, ser más empáticos, flexibles, resilientes y desarrollar habilidades de automotivación.
“Este movimiento apunta hacia la formación de ciudadanos globales, con una visión amplia de la vida en sociedad, que tomen ese papel activo y también que se puedan responsabilizar por aspectos del medio ambiente, que promuevan una sociedad igualitaria y que se involucren en la creación de un planeta sustentable”, señaló Iñiguez.
Asimismo, destacó que las universidades tienen que adaptarse velozmente a los nuevos cambios, por lo que tienen que generar experiencias significativas en los estudiantes que trasciendan los muros escolares. Esto con programas que ofrezcan soluciones de aprendizaje que los acompañe a enfrentar retos que tendrán del futuro.
Micro credenciales, un modelo que cimbra a las universidades
Las micro credenciales o nanogrados son una tendencia que está llevando a los estudiantes a dejar las universidades por las competencias que se obtienen a través de estas micro certificaciones.
“El reto es buscar soluciones que integren ambas ofertas para los estudiantes, de tal forma que no tengan que salir de la institución escolar y regresen a las universidades como el lugar más seguro para obtener aprendizaje”, comentó Jorge Luis Iñiguez, director de Innovación y Estrategia de Producto de Pearson Latam.
Cabe destacar que las micro credenciales desarrollan habilidades para todo tipo de profesiones, sobre todo en el campo de las competencias digitales, actualmente tan demandadas por las empresas de todo el mundo. Algunos han sugerido que, en el futuro, un posible empleado podría acumular micro credenciales en lugar de un título universitario.
En ese sentido, señaló que las universidades necesitan transformarse y pensar que no todo sucede dentro de la escuela, se requiere invertir en tecnología, en desarrollo de contenidos para crear experiencias adaptadas a las necesidades de los estudiantes.
Agregó que las universidades deben de integrar las ofertas de las micro credenciales porque está generando muchos beneficios al permitir que los estudiantes y personal corporativo obtengan estos grados para desarrollar habilidades específicas y cubrir una necesidad inmediata.
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