Para hacer crecer un negocio, uno de los temas más importantes (y complicados) es obtener capital. Y, aunque han aumentado las opciones para obtener fondos, es común preguntarnos, ¿qué hacer antes de ir con un inversionista?
Los inversionistas son asediados constantemente por emprendedores que aseguran tener entre sus manos a la siguiente gran empresa capaz de transformar un sector de una manera disruptiva.
Desafortunadamente, la realidad es que la mayoría de esas startups desaparecerá a los pocos meses o años. Los representantes de los fondos de inversión saben perfectamente los altos índices de mortandad de los nuevos proyectos y son expertos en medir el riesgo. Por eso es que convencerlos suele ser difícil.
Si estás en búsqueda de financiamiento para tu emprendimiento universitario, la firma G2 Consultores propone cuatro preguntas clave que debes hacerte antes de acercarte a buscar inversión:
1. ¿Cuánto dinero necesitas del inversionista y para qué lo vas a usar?
Antes de llegar con un inversionista debes tener en claro cuánto dinero tienes, cuánto necesitas y para qué lo usarás. Si desconoces el estado de tu propia compañía o no tienes planes a futuro lo suficientemente claros como para responder estas preguntas a profundidad, harás sonar las alarmas de los inversionistas.
Es muy importante tener presente que a los inversionistas les interesará escuchar qué tanto puede crecer tu compañía con el dinero de su inversión, así como lo que significará este crecimiento para él, es decir, cuál será su ganancia.
Pararte frente a un inversionista sin la información más básica sobre tu empresa y lo que esperas obtener de la inversión es como ir a la guerra sin armas. Solo dañarás tu reputación y habrás desperdiciado una valiosa oportunidad.
2. ¿Qué alternativas tienes?
De acuerdo a la cantidad de dinero que necesites será el tipo de fondo o inversionista al que deberás acudir.
G2 Consultores considera que, si son montos pequeños, entre 100 mil y un millón de pesos, la opción son los ángeles inversionistas. De uno a cinco millones, opta por fondos de inversión semilla. De cinco y hasta 50 millones de pesos busca venture capital. Para inversiones de más de 50 millones de pesos acércate a un fondo de inversión internacional o un conjunto de fondos locales.
También toma en cuenta que no solo varía el monto de inversiones, sino la especialidad. Existen fondos que solo apoyan a empresas con base tecnológica, con un propósito social claro, a proyectos ecológicos…
Tienes que conocer el perfil del inversionista al que buscas acercarte, pues esto te asegura que el fondo te ayudará no solo con dinero, sino con su experiencia y visión.
3. ¿Cuánto valor puedes generar con la lo que aporte tu inversionista?
Es básico que tengas un plan de negocios elaborado para demostrar lo que puede hacer tu empresa.
De acuerdo con un estudio llevado a cabo por Babson College, aquellas empresas con un plan de negocios aumentaron su capital al doble durante su primer año en comparación con las que no lo tenían.
Los inversionistas esperan que conozcas bien tu mercado potencial, tu capacidad de crecimiento, el costo de adquirir nuevos clientes y las métricas más importantes sobre la salud de tu empresa. Pero, sobre todo, les interesa escuchar el valor que puedes generar en tu proyecto si te entregan un monto de inversión.
4. ¿Qué tan sólido es tu pitch?
Un buen discurso de ventas es importante, pero más allá de la pasión que puedas transmitir, al inversionista le interesa saber qué tan buena es la oportunidad de negocio y qué tan sólida es tu startup.
Existen emprendedores que no son tan buenos dando un pitch , divagan o utilizan muchas muletillas, pero eso no significa que no tengan un proyecto sólido. Por otro lado, existen excelentes vendedores que endulzan el oído de los inversionistas pero, en realidad, tienen proyectos poco viables.
Un discurso de ventas es algo muy subjetivo y, aunque es importante que exista una comunicación clara y se genera empatía, también es necesario demostrar que el negocio es viable y tiene un alto potencial. En ese sentido, ayuda incluir algún prototipo, contratos cerrados con el cliente, estadísticas de crecimiento y, en general, cualquier elemento que pueda convencer a los inversionistas de que tu proyecto ya tiene cierta tracción y promete más.