Hoy en día la educación integral requiere de habilidades, tanto del educador, como del alumno que permitan formar al hombre que el mundo requiere. Para lograrlo, se deben considerar diversos aspectos y nuevas competencias que formen personas integrales, futuros profesionales que, en un contexto globalizado y de transformación digital estarán liderando el siglo XXI.
Necesitamos aprender el “cómo relacionarnos” en un mundo complejo, que vive a cada minuto un crecimiento acelerado en el manejo de la información, por ello, los nuevos retos que hoy por hoy enfrenta la educación superior, están orientados a formar tanto a educandos y educadores con una visión congruente:
A nivel Educadores valdría la pena considerar:
Situarse en lo que el mundo demanda: En ese sentido, es menester que los educadores fomenten que el contexto de aprendizaje vaya más allá del aula tradicional, un ejemplo puede ser la apropiación de estrategias como estudios de caso, donde el alumno aprende a resolver creativamente problemas complejos del mundo actual.
El uso del modelo del aula invertida, o flipped classroom, donde los educadores se vuelven facilitadores y/o colaboradores del conocimiento, fomentando en los alumnos un aprendizaje dinámico e interactivo, en donde los maestros y alumnos son aprendices del aula.
Educación emocional: Enriquece mucho que en la impartición de la libre cátedra los docentes contemplen la visión del proceso educativo, continuo y permanente, y su consecutivo desarrollo de las competencias emocionales con la finalidad de capacitarlos para la vida y por consiguiente fortalecer el bienestar personal y social.
A nivel Educandos…
Al hablar de las competencias para el futuro, la profesora Kirsti Lonka, PhD, profesora de Psicología de la Educación en la Universidad de Helsinki, Finlandia, señala en su libro, Phenomenal Learning (2018), el aprendizaje basado en fenómenos y siete competencias que son necesarias para un mundo internacional, así como para el desarrollo integral que se deben impulsar en el educando:
1- Aprender a aprender: Esta competencia demanda que el estudiante tenga un rol activo en el proceso de aprendizaje, los estudiantes deberán descubrir su propio camino para aprender ligando sus propios intereses y de la comunidad de aprendizaje. El rol evoluciona de un consumidor de conocimiento a un creador de conocimiento.
2- Competencias culturales, habilidades de comunicación y autoexpresión: Debido al crecimiento exponencial de la información, la automatización y el aprendizaje automático, los trabajos del futuro están evolucionando, el reto será aplicar la creatividad para conectar diferentes áreas del conocimiento y resolver problemas complejos; desarrollar el trabajo colaborativo en ambientes multiculturales, así como las habilidades sociales y emocionales -como la empatía-, serán indispensables para innovar en los negocios.
3- Cuidarse a sí mismo y habilidades cotidianas: el estudiante tiene el reto de aprender nuevos hábitos para cuidarse integralmente y alcanzar el bienestar. Asimismo ser consciente de cómo impactan sus decisiones en la comunidad, para ello debe aprender a conocer y autorregular, en la salud física, emocional y espiritual.
4- Multialfabetización: para tener un desarrollo próspero profesional y personal, los estudiantes deben desarrollar tanto habilidades de lectura como de consumo de diferentes formatos de contenido para su preparación futura. Así podrán evaluar la información ya sea visual, auditiva, textual, entre otras.
5- Competencias TIC: el uso de la tecnología en el campo educativo es un tema que se ha acelerado después de la pandemia. Hoy se vuelve indispensable, en la sociedad, relacionarse con las soluciones tecnológicas para vivir en comunidad, por ende, los usos de las TICs son necesarias para mejorar las prácticas pedagógicas de los docentes, y explorar nuevas posibilidades de aprendizaje para los alumnos.
6- Habilidades para la vida laboral y emprendimiento: en el contexto global que vivimos, los alumnos deben saber saber navegar en la incertidumbre y aun así tomar decisiones dentro de lo que podemos controlar con una actitud positiva y aprender de los errores de manera ágil en la comunidad.
7- Participación, agencia y preparación para construir un futuro sostenible: Propone educar a las nuevas generaciones con la visión del cuidado del medio ambiente y del otro, en ese sentido, los educandos, al tener un rol activo en su proceso de aprendizaje, deberán formar y cuidar de su comunidad a fin de ser partícipes y responsables en la construcción de un mundo mejor.
Por todo lo anterior, el reto es diseñar experiencias, cuidando las metas y resultados de aprendizaje, donde se puedan gestionar las competencias y las sugerencias antes mencionadas considerando la interacción física y virtual; así como activar el conocimiento previo de los alumnos para mantenerse interesados en el fenómeno de aprendizaje antes, durante y después de la clase.
El euro débil, oportunidad para estudiar en el viejo continente