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Tomar muy en serio a los alumnos

Tomar muy en serio a los alumnos

Foto: Pexels

Con la velocidad con que están cambiando la tecnología, el acceso a la información y hasta las ideas, las universidades deben escuchar en serio a sus alumnos para encontrar más rápido el camino que debe seguir la educación.

La transformación del mundo es tan vertiginosa que no hay centros educativos que puedan ajustarse con facilidad a las necesidades del mercado laboral del futuro, al que estamos sirviendo.

Con suma facilidad a los jóvenes se les tilda de inexpertos, pero saben dar muestra de que tienen más claro que nadie sus necesidades. En la Universidad Insurgentes estamos escuchando en serio a nuestros estudiantes.

Hace unos días platiqué, junto con Ivonne Vargas, nuestra directora de ADN UIN, con cuatro de los alumnos más destacados de nuestro Plantel Coacalco, sobre tres temas que consideramos de los más relevantes: cómo ayudarlos a colocarse más rápido y mejor; cómo trabajar la equidad de género y cómo abordar el tema del medio ambiente.

La velocidad del cambio tecnológico y las universidades

Jenny Bazán y Monserrat Jaen, estudiantes de Administración; Brisa Rosales, de Derecho, y Daniel Martínez, de Contaduría, nos ofrecieron propuestas que pueden marcar la diferencia en los servicios que presta una universidad.

Tienen claro que necesitan profesores mejor vinculados con el mercado laboral al que se dirigen, que los puedan poner en situaciones muy similares a las que enfrentarán en el trabajo.

Además, consideran que los docentes deben estar más familiarizados con las tecnologías y la digitalización desde el punto de vista profesional. Saben que se trata de algo mucho más complejo que las redes sociales o internet y que necesitan saber aprovechar las nuevas herramientas para aplicarlas en sus procesos de trabajo.

Brisa pide prácticas profesionales efectivas en empresas o instituciones donde puedan adquirir experiencia que les permita calificar mejor para una vacante.

Monserrat sugiere impulsar un taller de entrevistas de trabajo, que ayude a los recién egresados a “venderse mejor” y a superar los nervios.

Daniel propone mejorar el trabajo con las habilidades blandas que marcan la diferencia para acceder a los cargos de mayor responsabilidad.

Coincidimos con ellos, y me dio mucha alegría, pues hemos venido trabajando estos temas desde hace algún tiempo, en especial en el tema de las habilidades blandas, y en la implementación de apoyo para que nuestros alumnos se coloquen, con la reciente incorporación de Ivonne Vargas, especialista en temas de empleabilidad y talento.

Sobre la equidad de género, exigen más conferencias y charlas que visibilicen este problema aún muy latente en el país, por supuesto, privilegiando la buena preparación de nuestras alumnas.

Me gusta presumir que en la UIN el 75% de nuestros puestos directivos están encabezados por mujeres, pero incluso así, debemos trabajar mucho más este tema. Las nuevas generaciones saben que como sociedad traemos hábitos nocivos para la inclusión que debemos erradicar.

No se puede cambiar el mundo solos

Sobre el medio ambiente, Jenny pidió hacer algo que vaya más lejos de separar la basura en cinco botes de diferente color.

Para conocer más sobre estos temas los invito a enlazarse a mi perfil en LinkedIn o la ADN UIN Universidad Insurgentes. linkedin.com/in/ricardo-h-phillips-greene-6a51463a

Por último, coincidimos, a propuesta de Daniel, que las universidades, en particular la nuestra, debe incluir en la currícula de cada carrera temas y hasta materias que nos permitan proteger el medio ambiente desde el enfoque de nuestra profesión, o la industria a la que nos dirigimos.

Es ir más lejos de fomentar los buenos hábitos en el plantel o en el hogar, es aplicar los conocimientos de nuestra carrera para usar mejor los recursos en nuestra industria, ya sea en la planeación o ejecución de los proyectos o rutinas de trabajo.

Un contador debe saber calcular los costos y riesgos de cualquier proyecto que mejore el cuidado del medio ambiente, o un ingeniero buscar procesos menos dañinos para el planeta.

Como ven, Brisa, Jenny, Monserrat y Daniel son alumnos, como muchos otros, que vienen dispuestos a ofrecer todo su talento, por eso los tomamos muy en serio.

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