La llegada de las redes sociales ha impactado fuertemente en la vida de las nuevas generaciones. Aunque estas plataformas ofrecen atajos para hacer nuestros días más prácticos y dinámicos, también han distorsionado la percepción sobre ciertos conceptos, como el amor.
Desde los inicios de la humanidad, el amor siempre ha tenido un notorio protagonismo en la dinámica social. No obstante, en la última década, las redes sociales han permitido que la gente cree escenarios utópicos de “relaciones perfectas” donde los problemas de pareja no existen, frustrando a las y los adolescentes con la idea de no poder tener eso que ven desde sus pantallas.
El problema no radica en la credibilidad de los adolescentes al consumir el contenido de las redes, sino que la situación recae en la vulnerabilidad de los mismos y la errónea estandarización de conceptos de alto impacto en sus vidas.
Un ejemplo de ello son los estándares de belleza que han estipulado ciertos estigmas como “el cuerpo ideal” y “el rostro simétrico”, alejándose completamente de la realidad y provocando fuertes inseguridades que constituyen un problema para el desarrollo personal y la interacción social en las personas familiarizadas con este contenido.
Esto mismo sucede con el amor, muchas parejas, con la idea de “presumir” que tienen al amor de sus vidas a su lado, fingen no tener problemas y esconden la realidad de su relación vendiendo la idea de “ser felices para siempre”.
Ahora bien, también es de resaltarse el alto peligro que se genera cuando las y los jóvenes compran la idea de la relación perfecta y caen en cuenta de lo problemático y poco lograble que es llegar a tal escenario.
¿Podemos elegir de quién nos enamoramos? Esto dice la ciencia
Esto debido a que, tal como lo menciona el periodista Jorge Raya Pons en el episodio #33 del podcast ‘El Foco’, la adolescencia es una etapa altamente sensible en la que se producen cambios anecdóticos en el cerebro que claramente son desestabilizadores en la salud emocional de los individuos.
Y cuando estos cambios se ven fuertemente afectados por las frustraciones generadas por estos estigmas, se puede conducir a un mal manejo de las emociones de los jóvenes llegando a escenarios extremos como la autolesión.
Afortunadamente, las nuevas generaciones están notando el impacto que estos falsos estándares han tenido en una gran cantidad de personas alrededor del mundo. Así como lo indican los informes de la Fundación Adecco, nuevas tendencias de transparencia han permitido la progresiva ruptura de dichos estereotipos, buscando vivir en un mundo sin etiquetas, y normalizando las formas reales que existen en cualquier relación amorosa.
No todo es un mundo de caramelo y es saludable. Comunicar puntos de vista diferentes con nuestras parejas para expresar nuestras emociones y encontrar el bien común. Sin embargo, el cambio y la deconstrucción personal tarda mucho más tiempo del que tomó adoptar los viejos estándares. Aún hay mucha gente que vive frustrada por alcanzar estos escenarios idealizados e inexistentes.
Es por ello que, de acuerdo a lo recomendado por la periodista Cynthia Ortiz, es fundamental seguir estimulando esta transparencia al informar correctamente a las y los jóvenes consumidores de las redes sociales con los formatos adecuados para captar su atención. Y así pronto se podrá normalizar un concepto del amor como algo imperfecto, real y sobre todas las cosas, alcanzable y saludable para cualquier persona.
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