Durante el regreso a clases presenciales en la UNAM, los alumnos de esta institución educativa manifestaron su cansancio ante las clases virtuales, desaliento e incertidumbre respecto a su capacidad de socializar y, sobre todo, se dijeron nerviosos ante el desafío que representa el volver a su vida universitaria.
En un recorrido que Generación Universitaria realizó por los pasillos de la Máxima Casa de Estudios, varios los alumnos de la UNAM expresaron que este regreso a clases presenciales no será fácil. Sin embargo se mostraron optimistas.
“Siento la presión de no conocer a nadie”
Jacqueline Rosales, alumna de primer semestre de la Facultad de Derecho de la UNAM, se muestra optimista y sonriente en todo momento. Y no es para menos, después de cursar la mayor parte de la preparatoria en línea, percibe que este regreso a clases será un gran cambio para su vida universitaria.
“Será un buen inicio de semestre”, expresó Jacqueline, quien minutos antes caminaba solitaria, como muchos alumnos más, por la explanada de rectoría en espera de tomar su siguiente clase. Sin embargo, este regreso presencial, le ha generado a ella una cierta incomodidad de no saber relacionarse con sus nuevos compañeros.
“Siento una presión de no conocer a nadie, de no tener amigos ni conocer a profesores, pero aún así, me siento muy emocionada”, comentó.
De hecho, señaló que los profesores de la facultad al notar está situación por la que están atravesando los alumnos, se han mostrado empáticos con ellos, al permitirles que su regreso a clases se lleve a cabo de manera gradual y en las óptimas condiciones.
Para Jacqueline, integrarse a su nueva facultad no solo implica una serie de retos tanto académicos sino también los personales, uno de ellos será aprender a vivir sola, lejos de sus seres queridos a quienes dejó en el Estado de México, para cumplir su anhelado sueño de convertirse en la primera abogada de su familia.
“Pensé que me iba a dormir en mi regreso a clases”
Mauricio Rojas, estudiante de quinto semestre de la licenciatura en Geografía, quien como miles de alumnos más, se incorporó a la UNAM, en pleno auge de la pandemia de Covid-19, durante estos primeros años de su carrera, los cursos a distancia, desde el aislamiento.
“Es la primera vez que tengo clases presenciales, después de 2 años, pensé que me iba a dormir”, dijo entre risas Mauricio al mencionar que tanto la profesora como su clase superaron sus expectativas y confiesa que volvió a despertar en él, su interés por aprender más de su carrera.
El alumno de geografía expresó que este ciclo escolar 2022-2023 será muy agotador y un cambio muy drástico, luego de llevar su vida universitaria desde casa. Sentado bajo la sombra de un árbol, se le nota un poco desmotivado, pero a la vez dispuesto a cambiar su futuro.
“Tengo altas expectativas de aprendizaje, voy a comenzar a estudiar más, considero que regresar a clases, será lo mejor para mi vida universitaria, incluso, aprenderé a socializar, porque una de las desventajas que dejó las clases remotas fue haber cursado la mitad de la carrera desde el aislamiento total”, finalizó.
“Mis amigos abandonaron la universidad, me siento como si fuera de primer semestre”
“Me siento fuera de lugar, el regreso presencial ha sido complicado para mí”, dijo Miguel, estudiante del octavo semestre de la licenciatura de Historia en la UNAM, quien hizo una pausa en sus estudios para conseguir un empleo y sobrellevar la crisis económica que atravesó su familia durante la pandemia de Covid-19.
Es casi mediodía, los rayos de sol caen a plomo sobre Ciudad Universitaria, Miguel tiene una libreta en sus manos en la que hace algunas anotaciones, mientras confiesa que estudiar a distancia, lo llevó al desánimo y por consecuencia tener un bajo rendimiento académico.
“Quiero retomar el ritmo de estudios que tuve en los primeros semestres, deseo recuperarme y graduarme lo antes posible porque, a estas alturas, la universidad se vuelve una losa muy pesada, después de tantos cambios”, comentó Miguel, oriundo de Pachuca, Hidalgo.
En este regreso a la presencialidad, el alumno de historia sorteará entre estudiar en Ciudad Universitaria y trabajar la otra mitad de la semana en Pachuca, mientras encuentra la manera de seguir aportando económicamente para su familia y cubrir los gastos de renta, alimentación y su transportación.
Sin embargo, Miguel reconoce que el haber dejado de convivir con sus amigos de la facultad fue un golpe anímico del cual ha sido muy complicado superarlo a más de dos años de cursar la universidad en la sala de su casa.
“Muchos de mis compañeros de generación ya se graduaron o terminaron por abandonar la universidad. Me siento como si fuera de primer semestre, no conozco a nadie”,
Cabe destacar que, a partir de este lunes ocho de agosto, más de 50 mil alumnos inscritos en las 132 licenciaturas regresaron a clases presenciales en la UNAM.