Aunque parezca necesario contar con un título universitario para tomar un puesto tan importante como lo es la corona británica, la realidad es que la Reina Isabel II nunca recibió dicho documento. Y no es porque ella no quisiera, sino que las condiciones históricas en las que creció no le permitieron obtener una formación académica convencional.
Sin embargo, esto no quiere decir que la reina, quien murió el día de hoy a los 96 años de edad, no contara con ningún tipo de estudios. Su preparación estudiantil para ascender a la corona se dio desde casa, a lado de figuras que la educaron en distintos ámbitos para formar una persona digna de ocupar el trono.
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¿Por qué la Reina Isabel II no asistió a la escuela?
La Reina Isabel II fue elogiada por varios de sus talentos. Algunos de ellos fueron sus habilidades para hablar en público, sus habilidades diplomáticas e incluso por su compromiso de tomar conciencia en temas sociales y políticos. Por lo que, escuchar que la reina no cuenta con un título universitario podría sorprender a más de uno.
Sin embargo, esto no impidió que la Reina Isabel II ejerciera su trabajo de una forma excepcional. Pues a pesar de no haber cursado la universidad, la monarca obtuvo todos los conocimientos desde casa. Esto debido a que el contexto histórico no le permitió asistir a la escuela como otras personas de su edad.
La Reina Isabel II fue heredera al trono a la edad de 10 años, algo que no esperaba aquella niña. La razón fue porque su tío, Eduardo VIII abdicó la corona para poder casarse con Wallis Simpson. Esto convirtió a la joven Isabel II como la futura monarca de Reino Unido.
Ante este contexto, Isabel II fue educada en casa, principalmente por su madre y otras figuras que fueron gran influencia durante su formación.
La educación de la Reina Isabel II
La Reina Isabel II fue educada cuidadosamente en casa. De acuerdo con un artículo de 1943 en The Atlantic, la reina “fue enseñada a leer por su madre. Hasta los siete años, su educación se limitó a la lectura y la escritura, el francés, el piano y el baile”.
Además, según el diario británico Express, fue la Reina Madre quien también inculcó a la reina su devoción cristiana y la comprensión de su papel real. Por su parte, la abuela de la reina enseñó a la entonces joven Isabel sobre algunos aspectos de la etiqueta real.
Posteriormente, una mujer conocida como la señorita Crowford llegó a la casa de la entonces princesa para instituir una tutela muy distinta a la que le habían dado hasta ese momento. “Cuando era joven, fue educada por una institutriz, recibiendo lecciones desde las 9:30 hasta las 11 de la mañana. El resto del día jugaba al aire libre, bailaba y cantaba con un período de descanso de una hora y media”, informó BBC History.
Debido a que Isabel II estaba destinada a convertirse en la reina de Inglaterra, también comenzó a recibir lecciones sobre historia constitucional del vicerrector de Eaton, Henry Marten. Como todos sus estudios fueron en casa, la Reina Isabel II nunca recibió algún documento que avalara su estatus educacional.
Debido a que se convirtió en consejera del Estado a los 18 años, presuntamente llegó hasta la preparatoria, esto poniendo el grado escolar en perspectiva y en términos de escolaridad mexicana (los grados escolares en el Reino Unido son distintos).
La polémica por los estudios de la Reina Isabel II
Aunque la Reina Isabel nunca asistió a una escuela convencional, esto nunca la hizo sentir menos, señaló la autora de Young Elizabeth en una entrevista a Good Housekeeping; “la falta de educación formal para Isabel no la lastimó porque ella es naturalmente analítica y autodidacta, así como aplicada -lo cual sabemos que es igual de importante como inteligencia nata”.
Además, agregó “la reina era y es brillante y siempre ha tenido un apetito por saber, así como una mente audaz para la memoria”.
A pesar de ello, algunos historiadores han hecho polémica debido a los estudios de la Reina. Uno de ellos fue David Starkey, quien declaró a The Guardian que lamentaba “la ausencia de cualquier tipo de educación seria de la Reina”. Sin embargo, a pesar de las críticas, la Reina Isabel II ejerció un gran papel como monarca británica.